La empresa misionera Klimiuk Infusiones implementó un sistema innovador de sapecado y secado sin humo, respondiendo a las exigencias del mercado internacional y apostando a una yerba mate con calidad exportación, producida íntegramente con tecnología local.
En plena crisis del sector yerbatero, una empresa decidió tomar el camino de la innovación para adaptarse a las nuevas exigencias internacionales. Klimiuk Infusiones, liderada por Jonathan Klimiuk, implementó un proceso inédito en la provincia: yerba mate libre de humo, desde el sapecado hasta el secado final.
“Nosotros ya teníamos experiencia adaptando procesos con el té, ahora lo hicimos con la yerba mate”, explicó Klimiuk. “Elaboramos todo este año con un sistema sin llama directa. Todo se hace con calor generado por intercambiadores, sin contacto con el humo. Y lo más importante: logramos conservar el sabor tradicional”.
Este avance fue posible gracias a equipo de Pascual Pedelhez y Ricardo Fold, ambos de Oberá, quienes desarrollaron los equipos adaptados especialmente para esta transformación. “Fue una inversión hecha con mucho esfuerzo desde el sector privado”, aseguró el empresario.
Si bien existen otros sistemas de secado sin humo, Klimiuk Infusiones fue más allá: aplicando también un sapecado sin llama, una etapa inicial del procesamiento que normalmente genera humo y cenizas. “Eliminamos ese riesgo con calor directo. Fue un salto tecnológico”, dijo.
Actualmente, Klimiuk provee yerba canchada a tres molinos argentinos, uno de los cuales es un exportador clave hacia Europa. Además, trabaja con clientes internacionales del sector del té para introducir la yerba mate en bebidas energizantes y nuevos formatos de consumo.
“Consumir yerba mate con bombilla no es una costumbre internacional, así que buscamos adaptarnos. Hay clientes que están desarrollando bebidas funcionales con yerba, y nosotros ahora podemos ofrecerles una materia prima que cumple con todos los estándares”, indicó Klimiuk.
El 90% del té producido en Misiones se exporta, pero con la yerba mate ocurre lo contrario: solo el 15% llega al exterior. Para Klimiuk, romper esa ecuación es urgente. “Este desarrollo permite abrir mercados nuevos, y eso ayuda a equilibrar la oferta y demanda, que hoy perjudica al productor”.
Durante toda la zafra 2025, Klimiuk Infusiones trabajó exclusivamente con este nuevo sistema, lo que demuestra su compromiso con la reconversión productiva. “Todo el año secamos con este nuevo sistema libre de humo”, afirmó.
Sobre la inversión realizada, Klimiuk prefirió no dar cifras concretas, pero aseguró que “ no es una inversión demasiada alta”. Además, destacó que los equipos desarrollados en Oberá son adaptables a cualquier secadero, lo que facilita la expansión del modelo.
“Es tecnología local, hecha por misioneros. Y es clave para que otros secaderos puedan sumarse. Cuanto más volumen tengamos de yerba diferencial, más posibilidades de exportar”, sostuvo.
Respecto a las diferencias técnicas, Klimiuk explicó que el sapecado sin llama evita cualquier riesgo de contaminación con humo, mientras que el secado en cinta con intercambiadores de calor garantiza que el producto final sea completamente limpio, algo clave para Europa.
En un contexto adverso, donde el precio de la yerba no cubre los costos de producción, iniciativas como la de Klimiuk Infusiones marcan un posible camino. “Es momento de adaptarse. Si el mercado lo pide, hay que responder. Nosotros decidimos hacerlo y el resultado fue excelente”.
Fuente: Agromisiones - MisionesOnline
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