Juan Esteban Ferrario, biólogo e investigador del CONICET y del Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (iB3) de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, destacó que se ha encontrado “un efecto neuroprotector muy poderoso” en cultivos primarios.
En 1997, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson, con el fin de generar conciencia sobre esta enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento y, a la vez, visibilizar las necesidades de las personas que la padecen. Actualmente, es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo por debajo del Alzheimer, y su tratamiento se enfoca en el control de los síntomas y lograr retrasar su evolución.
En esta línea, Juan Esteban Ferrario, biólogo e investigador del CONICET y del Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (iB3) de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explicó en diálogo con UNLaM TV que actualmente se desarrollan estudios para evaluar la potencial capacidad neuroprotectora de la yerba mate a partir de observaciones previas que demostraron un efecto neuroprotector en el café y el té.
“Sabiendo que muchos de los principios activos presentes en esas infusiones aparecen también en la yerba mate, se decidió investigar y ya se han acumulado varias observaciones en modelos animales, pero las dos más importantes se realizaron con pacientes con Parkinson a quienes se les preguntó si son tomadores de mate o no y, entonces, entra una incidencia negativa, una menor predisposición de desarrollar la enfermedad entre quienes toman”, explicó.
Estudios y observaciones
Según Ferrario, dentro del estudio del Parkinson se analizan mecanismos que pueden favorecer la neuroprotección considerando que, en algún momento, pueden contribuir a entender cómo se ayudaría a proteger las neuronas dopaminérgicas, responsables de procesos biológicos como el movimiento, la motivación y la función intelectual, teniendo en cuenta que podría aparecer alguna terapia relacionada.
“En ese contexto, tenemos la posibilidad de evaluar extractos de yerba mate, teniendo presente todo el conocimiento previo con el café, y encontramos, en cultivos primarios de modelos experimentales muy básicos, un efecto neuroprotector muy poderoso. Esa observación nos abrió la puerta para tratar de entender cómo ocurre y cuáles son los mecanismos de neuroprotección”, aseguró el investigador.
Entonces, ¿la yerba mate puede funcionar para tratamiento o prevención del Parkinson? De acuerdo a Ferrario, actualmente, “no se puede pensar como ninguna de las dos cosas”. “Uno no puede pensar que tomar mate previene la enfermedad, sino que simplemente reduce las posibilidades de tenerla. Si en algún momento se encuentran principios activos o componentes que pueden ser beneficiosos, entonces se podría aislar ese compuesto, concentrarlo y administrarlo como píldora”, explicó. Por lo pronto, el investigador calificó a la yerba mate como un alimento saludable beneficioso para la salud que reduce las probabilidades de desarrollar Parkinson.
Fuente: el1digital.com.ar
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