Una de las variantes más exquisitas del té, producida de manera orgánica en Misiones, cumple con varias funciones saludables a la hora de prevenir algunos desórdenes. La oportunidad de cuidar el cuerpo, mimar el paladar y conocer un producto único, en esta nota.
Misiones concentra el 90% de las plantaciones del té que se produce en Argentina, con decenas de miles de toneladas anuales que abastecen al mercado interno y nos colocan en el top ten de los exportadores del mundo. El té es la segunda bebida más consumida en todo el planeta, luego del agua.
No obstante que hay una enorme preponderancia de té negro en toda la producción argentina, luego seguido por el verde, también el té rojo se cultiva en la provincia de Misiones, y se lo hace de manera agro-orgánica. Esto no sólo implica evitar la aplicación de agrotóxicos para su cuidado, sino también envasarlo en un packaging que garantice su sabor y aroma naturales para que lleguen intactos al momento de la infusión.
El té rojo es consecuencia de la fermentación de las hojas de la planta Camellia Sinensis, comprimidas y almacenadas de 2 a 60 años en recipientes de madera noble para que acaben teniendo ese color rojizo.
Su nombre original es en realidad Pu-erh, por su origen en el condado de Pu’er, en el sur de la montañosa región china de Yunnan, también conocida como la »región de la eterna primavera», con lluvias frecuentes y una temperatura templada de unos 20°C constantes y sin heladas, que hace que el árbol del té rojo crezca muy exuberante. El té rojo es el más distinguido de los tés de China, y se lo conoce como »el té de los emperadores», porque estaba reservado a la alta nobleza que hace ya mil años lo utilizaba con fines medicinales.
Muchos estudios clínicos han afirmado que el té rojo Pu-erh proporciona importantes beneficios a la salud. Desde hace algunos años, el Té Rojo ha obtenido renombre en Occidente gracias a los resultados de diversos ensayos clínicos, que han verificado, por ejemplo, su colaboración con la prevención de la diabetes y el control de peso.
Para la diabetes y el exceso de peso
Según un artículo publicado en mayo de 2009, en “China Daily”, hubo resultados concluyentes al respecto de la prevención de la diabetes en un estudio llevado a cabo a lo largo de dos años por los equipos de investigación de la Universidad de Jilin y Changchun y la Universidad de Ciencia y Tecnología.
Se trató a un grupo de ratas genéticamente obesas de laboratorio con té rojo, mientras que otro grupo de control con roedores de tamaño idéntico recibió rosiglitazona, un fármaco reductor de la glucosa de la sangre. Las ratas tratadas con té rojo mostraron una reducción en los niveles de azúcar en la sangre de un 42 por ciento, en comparación con el 36,5 por ciento logrado en los animales que recibieron la droga.
También se observaron disminuciones en los niveles de glucosa por consumo de té rojo en el grupo etario de 45 a 65 años y en los mayores a 65 años, según el estudio realizado en 2017 por los doctores Luis Naranjo Quimbiulco y María Castillo Altamirano de la Escuela Agrícola Panamericana en Honduras.
Sabores exquisitos, para una mejor salud
El té rojo es, además, un perfecto aliado natural en las dietas para adelgazar, porque contribuye a quemar y eliminar las grasas gracias a la aceleración del metabolismo del hígado, lo cual acaba convirtiéndose en una pérdida de peso corporal. Según los especialistas en alimentación, para que el consumo sea efectivo lo que se recomienda es tomar al menos tres tazas diarias de té rojo, para lo cual se puede ir variando los sabores.
Ahora bien: está muy claro que el té rojo no tiene propiedades mágicas por las cuales vaya a desaparecer el sobrepeso acumulado por años de descuidos alimentarios. El té rojo ayuda a mejorar funciones corporales que deben ser acompañadas y ayudadas por un estilo de vida saludable, es decir dieta y ejercicio.
Muchos estudios han comprobado que el té rojo ayuda a disminuir el ácido úrico y el colesterol malo y, también, los niveles de triglicéridos. Es por eso que se lo considera un remedio ideal para prevenir las alteraciones del metabolismo de los lípidos. Además, protege de la arterioesclerosis porque preserva el estado de los vasos sanguíneos.
El té rojo es también un muy buen aliado para ayudarnos en el proceso de la digestión. Una taza de té rojo después de comer nos ayudar a promover la secreción de ácidos gástricos y regular el proceso químico y mecánico de la digestión. Y se trata también -¿por qué no?- de un juego de sabores.
Además, esta estimulación también acelera la metabolización de los alimentos, por lo que ayuda en no absorber tantas grasas ni tantas toxinas como lo haríamos sin esta bebida.
Y el té rojo tiene, en definitiva, una de las propiedades más importantes que tiene todo té, que es la de detener el tiempo y compartir un buen momento en buena compañía.
Fuente: MisionesOnline
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